miércoles, 19 de noviembre de 2008

G-22: Los objetivos son los objetivos


Finalmente hemos conseguido ir. Y en el paquete también se vino Holanda. Los esfuerzos diplomáticos de nuestro presidente y sus allegados más próximos han dado sus frutos y por lo tanto la voz de España fue oída en Washington.
Sin embargo, me queda el poso de que: `y todo este trabajo, ¿para un discurso de diez minutos escasos?´, realmente mereció la pena la movilización de tantos recursos sólo para eso.
Si esto es el inicio de un grupo de trabajo (para diseñar una nueva regulación y mecanismos financieros) ¿G-20/21/22? en el que España será miembro permanente, tiene lógica y debemos estar. Celebro que así sea.
Si no fuera así, sólo lo entendería si Zapatero pretendiese dar un golpe ideológico a esta crisis, y se hubiese manifestado, durante su actuación en la cumbre, en el sentido de que no podemos permitir que el libre mercado en el que vivimos, esté gobernado por el capitalismo brutal y empobrecedor de nuestras sociedades, y que predican las grandes corporaciones que gobiernan el mundo. Como esto último no se ha dado -al menos en este primer encuentro- entonces supongo que el objetivo era, o es, que España ocupe un puesto de relevancia en los foros de decisión como el que nos ocupa.

El objetivo está claro y parece que los líderes no se quieren apartar ni un ápice de él. Lo que urge es arreglar las finanzas internacionales para que los países ricos podamos seguir consumiendo como veníamos haciendo o, si es posible, más.
Por lo tanto, esta primera cumbre de los mercados financieros mundiales ha servido básicamente para que los líderes mundiales se comprometieran a que van a reactivar el sistema, a que a partir de ahora va a haber luz y taquígrafos para todo lo que se haga, en que hay que renovar las estructuras financieras mundiales, y en que nadie va a adoptar medidas proteccionistas, no vaya a ser que nos ocurra lo del 29.
Además, se hace saber que esto todo no va ser fácil y que llevará un tiempo, y por ello es perentorio no alejarse un ápice del objetivo marcado.

En mi opinión, tal vez la crisis no sea debida tanto a que unos individuos con mucho poder y dinero con ansias de más y más, cometieran riegos excesivos y se la pegaran, -eso es parte de la esencia del capitalismo y del libre mercado-, sino a la parte cíclica y de purga que hay en la economía, y también, quizás debería decir... sobre todo, a que en los últimos 20 años han aparecido o se han incorporado al mercado global nuevos mercados -China, India, oriente medio, Rusia- con una enorme potencia demográfica y de recursos. Esto ha creado nuevas oportunidades de inversión y también riqueza, pero al mismo tiempo ha provocado que la riqueza haya ido cambiando de manos y se haya deslocalizado.

A donde quiero llegar es a que los compromisos adoptados por los gobernantes apuntan en la dirección de que quieren arreglar un sistema financiero que se ha quedado obsoleto, cuando lo que se debería hacer es diseñar uno nuevo que tenga en cuenta factores a nivel planetario, y que adopte medidas no sólo encaminadas a mejorar la transparencia de nuestros mercados sino también a crear riqueza allí en donde no la hay y hay recursos para ello.

Peo bueno, todo eso es utopía, ya se sabe, los objetivos son los objetivos.